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Notas que patinan #10

Cartel de Blue, de Juan Domínguez, en Hau 2, Berlín

Copy/paste de la web del festival Tanz im August:

In BLUE the Spanish choreographer Juan Domínguez creates a language that is completely empty of meaning but still makes sense: “My interest in linguistics came from a curiosity about the unconscious side that is active in linguistic communication. Certainly, we are aware of the unconscious as we communicate to some extent, but can we gain freedom to change our reality once we learn how we perceive, understand and communicate it through language? I was also interested in relating this question to an understanding of the body and movement.” (Juan Domínguez)

Blue, de Juan Domínguez

Cuando salía del estreno de Blue, de Juan Domínguez, en Hau 2, en Berlín, me detuve en la puerta de la sala y le eché una última mirada al escenario, fascinado aún por lo que acababa de ver. Saqué el móvil del bolsillo y le hice una foto al escenario, pensando en que me gustaría publicarla aquí. Más tarde, me encontré con Juan Domínguez en el bar de abajo, me preguntó que qué me había parecido, le dije que de puta madre, y aproveché para decirle que pensaba escribir alguna cosa en TEATRON sobre el estreno, que le había hecho una foto al escenario y que si le parecía bien que la publicase. Juan se paró un momento a pensar y me dijo que no lo sabía. Le dije que no se preocupara, que también tenía otra foto que le había hecho a la fachada de Hau 2, con el cartel que anunciaba el estreno y él me dijo que prefería que publicase la de la fachada, no la del escenario, porque si alguien veía la del escenario le iba a dar una información sobre lo que allí había pasado que él prefería no desvelar.

Esto me ha hecho pensar bastante sobre el tema durante la semana que ha pasado desde que vi Blue. Sobre todo porque en un primer momento yo no pensé en pedirle permiso porque creía que a Juan le iba a dar exactamente igual. Me equivocaba y, si no fuera porque se lo comenté a una persona próxima a Juan Domínguez, que le conoce mucho más que yo, hubiese metido la pata, por decirlo de alguna manera. Este tema es peliagudo y se merece una reflexión a parte. Me interesa mucho. Por una parte están las ganas y la necesidad de visibilizar este tipo de creación artística y por otro el derecho del artista a desvelar sólo lo que él decida e, incluso en el caso más radical, a no aparecer y renunciar a la construcción de su identidad digital. Pasa que, en estos momentos, si uno no construye su identidad digital se la construyen los otros. Un día te buscas en internet y te encuentras con todo lo que la gente ha dicho sobre ti o sobre tu trabajo y ese material se convierte en tu carta de presentación. De pronto, pensé que qué marrón convertirte en uno de los responsables de crear la identidad digital de los demás y segundos después pensé que mejor no darle tanto peso a este tema, que dentro de poco tiempo estará superado. Pero creo que hay que tener cuidado.

En Tanz im August, el festival donde se presentó Blue, practican un juego al que le llaman Impersonation Game, que, de alguna manera, tiene que ver con esto que acabo de explicar. Al final del estreno, en la antesala donde está el bar, había una charla con los artistas. Pero en vez de la típica charla, con preguntas del público a los artistas y un moderador, lo que había era un Impersonation Game organizado por Everybodys. La cosa consiste en que ponen a los artistas a un lado (en este caso, Juan Domínguez, María Jerez y Luis Félix) y en el otro lado hay gente del público (en este caso Alice Chauchaut, Valentina Desideri, Petra Sabisch y Oscar Hernández, espero no equivocarme con los nombres). El juego es que los del público adopten el rol de los artistas, como si ellos fuesen los creadores de la pieza, para contestar las preguntas que los artistas (que van de público) y el resto del público les quiera hacer. En la página de Everybodys podéis encontrar ejemplos en audio y vídeo (la de Blue todavía no está colgada cuando escribo esto). El Impersonation Game es una manera de hablar sobre lo que se acaba de ver pero en el que todo lo que se diga no tiene por qué corresponder con lo que los creadores piensan y, además, ya sabemos que eso no va a ser así. Lo única información que podemos obtener directamente de los artistas son las preguntas que ellos hacen pero que no pueden contestar.

Bueno, puede que algún día los de Everybodys publiquen el Impersonator Game de Blue o puede que no. En todo caso, no voy a desvelar lo que allí se dijo porque las razones de Juan para no publicar la foto del escenario después de la función me da la impresión que también se aplican a este caso. Publicaré lo que Juan Domínguez escribió para el programa de mano:

Reversing the temporality of the events, putting them out of context, disassociating them, transforming their intentions, moving in its edges, extending their efficiency, eliminating the hierarchy between cause and effect, increasing awareness, reducing resistance, prolonging the pleasure, increasing effort to infinity, freezing the sensations, relaxing perception, experiencing the process of attribution of meaning, living in the satellites, bringing the background, tracing the amorphous, giving time to space, crawling analogically, imagining reality, transforming curiosity, exaggerating manner, appeasing the desire, astonishing more, segregating more, decoding more, intensifying more more more mor mo mmmmmmmmmmmmmmm, wink one eye! Wink the other! He was already smiling when he began to smile for the second time. Wait! Stay there for a moment, do not move… (Juan Domínguez)

Sí que creo que no hay razón para no decir que, durante la representación de Blue, el segundo día, hubo prácticamente una docena de deserciones entre el público que llenaba la sala, que tiene una capacidad de 250 localidades, si no me equivoco. Arriesgándome un poco a no ser coherente con las decisiones que estoy tomando a partir de la decisión de no publicar la foto, diré que las deserciones estuvieron relacionadas con la risa y con el sexo, aunque la pieza no va de eso. En las de la risa, los que abandonaban lo hicieron mofándose ostentosamente de lo que ocurría en escena, lo cual provocó la reacción de los intérpretes y el público, que tomó partido aplaudiendo. Me acordé de El nombre de la Rosa y el libro prohibido de Aristóteles sobre la risa. La risa es subversiva, la risa y el sexo siguen provocando el escándalo, esto es así y no parece que vaya a cambiar, qué le vamos a hacer.

Otra cosa más. Durante el Impersonation, alguien del público preguntó que por qué la pieza duraba una hora y media cuando lo que se quería explicar se podía haber explicado en 10 minutos. Evidentemente, a juzgar por esta pregunta, la persona que la formuló no entró en sintonía con lo que propone Blue. Para empezar, alguien del propio público le contestó que no era una hora y media, que sólo había durado una hora, lo cual me pareció muy divertido porque la diferencia en la percepción de la duración de esa pieza entre esas dos personas sí que tiene mucho que ver con esta pieza. Es inevitable participar de eso, conscientemente o no. Y hasta aquí puedo leer. Yo pensé que el día anterior Tristan e Isolda había durado 5 horas y que el argumento de esa ópera tampoco necesita más de 10 minutos para ser explicado. Pero en la ópera no se fue nadie.

Blue
Concepto/coreografía/producción: Juan Domínguez
Intérpretes: Luís Miguel Félix, Maria Jerez, Arantxa Martínez, Naiara Mendioroz, Emilio Tomé
Diseño de luces: Gilles Gentner
Agradecimientos: Oscar Hernández
Hau 2, Berlín
Visto el 30 de agosto de 2009